Lunes 5 de mayo de 2014.

A las 5 de la tarde tienen comienzo las jornadas de patrimonio organizadas por el CFIE de Benavente e impartidas por D. Juan Carlos de la Mata Guerra. La sesión se prolongará hasta las 8:20 minutos.

Partiendo de la plaza mayor de Benavente y de la contextualización de la misma, nos hemos dirigido hacia el Hospital de la Piedad, regentado hoy por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. En el camino, la plaza del grano, también denominada plaza de los bueyes, lugar presidido en su día por destacados mayorazgos y casas típicas de la construcción benaventana, viviendas ocupadas por sagastinos y republicanos, la mayoría de ellos latifundistas que especulaban con sus riquezas mediante préstamos con usura. En alguna de ellas se dice que durmió Napoleón Bonaparte allá por 1808. Además Benavente era en el XIX uno de los cuatro puntos de reparto de correos más importante de España, abundando mesones y caballerizas para atender el trasiego diario.

Nos acercamos al Hospital de la Piedad, hospital que tuviese alto reconocimiento y donde procuraban atención a sus enfermedades viajeros de alcurnia del norte camino de la corte. Tan alta estima se tenía a la ciudad de Benavente entonces, que se decía: "Moza para Roma, vieja para Benavente". Destaca en el acceso al Hospital el altorelieve de la piedad franqueado por los escudos heráldicos de los Pimentel y de los Velasco. Los nobles en aquella época se procuraban un lugar de enterramiento dentro de la capilla del Hospital y para ello realizaban importantes donaciones, de cara a garantizar el salvamento de su álma.

El claustro del Hospital tenía un fin "higiénico" y de reposo del enfermo y del peregrino. En época de picaresca se marcaban los bastones de aquellos que acudían a recibir caridad para que la comida fuese aprovechada realimente por quienes la necesitaban.

A continuación nos desplazamos a visitar la Iglesia de San Juan, al lado del ayuntamiento. Nos detenemos en la puerta oeste que da acceso a la iglesia y admiramos su estructura y un capitel historiado. En el interior destacan las tres naves de cuatro tramos que nos llevan hacia el ábside central en el que un fresco muestra el bautismo de Jesús por San Juan Bautista.

Esta iglesia del románico tardío mezcla elementos con un incipiente gótico que apreciamos en el arco apuntado que se ubica al final de la nave central. Tal y como se muestra en la siguiente fotografía, el templo estuvo inacabado por falta de recursos y se continúa a partir de las pilastras y paredes inacabadas utilizando una piedra de toba, de menor calidad. Esta piedra está enfoscada y no la apreciamos, pero si vemos claramente el corte que se produce al final de la piedra.

Como puede apreciarse, el templo no cuenta con cúpula en la intersección del transcepto con la nave central, debido a los mencionados problemas económicos.

El templo está lleno de iconografía y pinturas sobre tabla. De ellas nos llama la atención la "adoración de los reyes magos" donde el artista se toma la licencia de pintar al rey Baltasar con las piernas blancas.